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    s2t2 -Corría el año: La batalla del Ebro (v33:24)



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    Batalla del Ebro

    De Wikipedia, la enciclopedia libre


    Para la batalla de la Segunda Guerra Púnica véase Batalla del Río Ebro.
    Batalla del Ebro
    Parte de la Guerra Civil Española
    Fecha 25 de julio-16 de noviembre de 1938
    Lugar Río Ebro, España
    Resultado Victoria de los sublevados
    Beligerantes
    II República española Fuerzas Sublevadas
    Comandantes
    Juan Modesto
    Enrique Líster
    Manuel Tagüeña
    Etelvino Vega
    Juan Yagüe
    Rafael García Valiño
    Fuerzas en combate
    100.000
    ~150 aviones (incluidos 24 bombarderos "Katiuska" SB-2, 90 I-16 tipo 10 "Supermosca", algunos I-16 de los tipos 5 i 6 i el resto I-15 "Chato")
    Unas pocas pieza de artillería
    98.000
    más de 400 aviones (incluidos He-111, Fiat Cr.32, Savoia S.79 i S.81, Bf-109 C i D, 3 Ju-87 Stuka)
    200 pieza de artillería
    Bajas
    10.000 muertos
    34.000 heridos
    19.563 prisioneros
    ~70 aviones derribados
    6.500 muertos
    30.000 heridos
    5.000 prisioneros
    ~50 aviones derribados

    La Batalla del Ebro, la mayor de cuantas se libraron en la Guerra Civil Española, tuvo lugar en el cauce bajo del valle del Ebro, en la zona occidental de la provincia de Tarragona (Terra Alta) y en la zona oriental de la provincia de Zaragoza (Mequinenza) y se desarrolló durante los meses de julio a noviembre de 1938.

    Situación inicial [editar]

    Tras la pérdida de Teruel por las tropas republicanas el 20 de febrero de 1938, el 15 de abril siguiente se produce la llegada de las tropas nacionales al Mediterráneo en Vinaroz (Castellón), quedando el territorio controlado por el gobierno del Frente Popular partido en dos.
    Las tropas que se han retirado de Teruel y de otros puntos del sur de Aragón han retrocedido hasta la margen izquierda del Ebro, por lo que, en estas condiciones, la presión ejercida sobre Valencia y en general sobre todo el Levante se hace insostenible, ya que el ejército nacional trata por todos los medios de ensanchar la cuña que separa ambas zonas en poder de los republicanos.

    A la vista de la situación, el general Vicente Rojo, jefe del Estado Mayor Central republicano, diseña un plan para obligar a los nacionales a distraer fuerzas del ataque a Valencia y así aliviar la situación del ejército de Levante.
    Por otra parte, ante la situación política internacional, esta operación favorecía los planes de Negrín de hacer ver a las potencias europeas democráticas (Francia y Reino Unido) que el resultado de la guerra no estaba aún decidido y en todo caso, al menos, poder alargar la guerra hasta que comenzara el gran conflicto europeo que se preveía inminente.

    El plan de Rojo consiste en lanzar una ofensiva, masiva y por sorpresa, sobre las fuerzas nacionales que guarnecen la margen derecha del río Ebro. Esto supone un frente de más de 60 kilómetros, de Norte a Sur, entre las localidades de Mequinenza (Zaragoza) y Amposta (Tarragona).

    La operación constituyó, sin duda un hecho audaz y sorprendente, ya que en los tratados de táctica militar los ríos caudalosos como el Ebro eran considerados poco menos que barreras infranqueables.

    Fuerzas intervinientes [editar]

    Alemania interviene dejando al mando de los nacionales algunos escuadrones alemanes, aviones y artillerias que fueron de gran ayuda para el bando Franquista en esta terrible masacre.

    Bando republicano [editar]

    Por parte republicana, las fuerzas que intervendrán en la operación son las integradas en la recién creada Agrupación Autónoma del Ebro, al mando del coronel de Milicias Juan Modesto. La componen unos 100.000 hombres.

    Esta gran unidad está formada por el V Cuerpo de Ejército (divisiones 11, 45 y 46) al mando de Enrique Líster, el XV Cuerpo de Ejército (divisiones 3, 35 y 42), mandado por Manuel Tagüeña, el XII Cuerpo de Ejército (divisiones 16 y 44) al mando de Etelvino Vega, la Brigada 2ª de Caballería y fuerzas del Ejército del Este (divisiones 27, 60 y 43).

    Entre estas tropas se encuentran las divisiones más fogueadas del bando republicano aunque, ante el aislamiento de Cataluña del resto del territorio republicano, han debido de ser recompuestas por soldados catalanes muy jóvenes, de 17-18 años, sin experiencia de combate, pertenecientes al reemplazo de 1941, es la llamada Quinta del biberón.

    Bando nacional [editar]

    Por el lado nacional, las fuerzas que toman parte son las formadas por el Cuerpo de Ejército Marroquí, integrado por unos 98.000 hombres al mando del general Yagüe. Este Cuerpo de Ejército lo componen las Divisiones 13ª, 40ª, 50ª y 105ª.

    Excepto la 50ª, formada por soldados de reemplazo, todas las demás divisiones están compuestas por tropas muy aguerridas: legionarios, regulares, mercenarios africanos de los territorios de Ifni y Sahara y voluntarios de las milicias falangistas y carlistas.

    Estas tropas se encuentran desplegadas a todo lo largo de la margen derecha del Ebro, desde el río Segre hasta el Mediterráneo.

    Posteriormente, ante la amplitud y dureza de las operaciones, se incorporará también el Cuerpo de Ejército del Maestrazgo al mando del general Rafael García Valiño.

    Desarrollo de la Batalla [editar]

    Búnker de la línea defensiva republicana en la Batalla del Ebro
    Búnker de la línea defensiva republicana en la Batalla del Ebro

    Con un día de retraso sobre el plan previsto, la ofensiva comienza, el día 25 de julio poco después de la medianoche y se llevó a cabo en tres frentes:

    El principal de ellos fue el cruce del río por las fuerzas de los cuerpos de ejército V (Líster) y XV (Tagüeña) en la zona comprendida entre Riba-roja, Flix y Ascó.

    Asimismo, con objeto de distraer la atención del enemigo, se realizaron otros dos pasos menores uno por el norte, a cargo de la 42ª División, que con 9.500 hombres cruza el río entre Mequinenza y Fayón, y otro por el sur, en el sector de Amposta a cargo de la 45ª División. Este cruce de fuerzas resultó fallido, al ser prematuramente descubierto por los nacionales, y provocó grandes pérdidas a la 45ª División.

    Las fuerzas que cruzaron por el norte consiguen un éxito inicial logrando establecer una cabeza de puente y llegar hasta los Altos de los Auts, cortando la carretera que une Fayón con Mequinenza aunque, debido a la reacción de los nacionales y a la falta de apoyo artillero, los republicanos no consiguen la toma de ninguno de estos dos pueblos y quedan en una bolsa, con el río a sus espaldas, aislados del resto del XV Cuerpo de ejército.

    El mayor peso de la operación corre a cargo de las fuerzas que cruzaron por el sector central formado por el grueso de los Cuerpos de Ejército V y XV, que en este caso si cuentan con apoyo de artillería y en rápido avance, aún con falta de transporte mecanizado, ocupan en los días siguientes las sierras de la Fatarella, Pàndols y Cavalls, estableciendo la que sería la línea de máxima penetración del ejército republicano, línea que coincidiría, aproximadamente, con la cuerda del arco que forma el Ebro entre Fayón y Benifallet.

    Mapa de la zona donde se desarrolló la Batalla del Ebro. Se indica la línea de máxima penetración de las fuerzas republicanas en la zona nacional y la situación final, idéntica a la de partida.
    Mapa de la zona donde se desarrolló la Batalla del Ebro. Se indica la línea de máxima penetración de las fuerzas republicanas en la zona nacional y la situación final, idéntica a la de partida.

    No obstante el éxito inicial, los problemas de aprovisionamiento y de cruce para nuevas tropas se incrementan, debido al contraataque nacional y a la presencia de la aviación de la Legión Cóndor que efectúa ataques masivos sobre los medios de paso del río, sin otra respuesta que la de la artillería antiaérea, ya que, inexplicablemente, la aviación republicana tarda más de dos días en actuar, hecho este que nunca ha sido explicado.

    Otro problema añadido es la apertura por los nacionales, informados por un ingeniero de la compañía hidroeléctrica, de las compuertas de los embalses de Tremp y Camarasa, situados aguas arriba en la provincia de Lérida. La apertura de compuertas provoca una gran crecida del río que arrastra hombres, camiones y pasarelas que saltan por los aires, tanto por la fuerza del agua como por el choque de troncos con explosivos adosados lanzados por las fuerzas nacionales.

    A principios de agosto, se ha llegado frente a Mequinenza, Fayón, Villalba de los Arcos, Gandesa, Bot y Prat de Comte.
    No se consigue la toma de Gandesa, que era uno de los objetivos prioritarios, al tratarse de un importante nudo de comunicaciones. Pero a estas alturas los franquistas están decididos a plantear en este lugar la batalla definitiva, comenzando una encarnizada guerra de desgaste en la que harían uso de todos los medios aéreos y terrestres disponibles. Los republicanos tienen que fortificarse y hacer frente a una dura contraofensiva en inferioridad de medios materiales.

    A partir de aquí, los hitos principales son:

    • Cruce del río Segre por los republicanos, que fortifican sus posiciones en el Ebro.

    La artillería y aviación nacionales atacan la sierra de Pàndols. Líster pierde el control de Sierra Magdalena. Siguen los combates en la sierra de Pándols (14 de agosto).

    • Yagüe ataca la vertiente norte del vértice Gaeta.
    • Repliegue de los republicanos sobre Corbera ante la presión de los tanques nacionales, aunque al final consiguen rehacer sus líneas.
    • El 22 de septiembre, tras la costosa ocupación del vértice Gaeta, los nacionales suspenden temporalmente su contraofensiva.
    • El 23 de septiembre, a fin de modificar la posición ante la intervención extranjera del Comité de No intervención, el gobierno de la República, como ya anunciara Negrín ante la Sociedad de Naciones, retira unilateralmente los combatientes de las Brigadas Internacionales, esto agrava la situación del frente, debido a la dificultad de aumentar los efectivos por la reducción del territorio de retaguardia solo a Cataluña.
    • No sirve de mucho la retirada de los voluntarios internacionales ya que, aunque los nacionales retiraron también a las tropas italianas y alemanas, el material de guerra les seguía siendo suministrado y era manejado por combatientes españoles procedentes de su amplia retaguardia.
    • Tras durísimos combates con un elevado número de bajas por ambos bandos se ha ido produciendo un lento pero progresivo retroceso de los republicanos, así el 2 de octubre, las divisiones de Navarra ocupan las cotas más altas de la sierra de Lavall de la Torre y llegan muy cerca de Venta de Camposines.
    • El 31 de octubre se produce la toma de la sierra de Cavalls y el 2-3 de noviembre la de la sierra de Pàndols. Es en este punto donde tiene lugar el último gran combate entre la aviación de ambos bandos. La derrota del ejército republicano se va haciendo cada vez más evidente a pesar de su tenaz resistencia.
    • Finalmente, los días del 7 al 13 se ocupan por los nacionales Mora de Ebro, Venta de Camposines y La Fatarella. Comienzan los preparativos para una retirada ordenada hacia la orilla izquierda del río.

    A la caída de la tarde del día 15 de noviembre, bajo las órdenes de Manuel Tagüeña, todo está preparado en Flix para el cruce del río, en sentido inverso, de las tropas republicanas que se han ido replegando y a las cuatro y media de la madrugada, ya día 16, los últimos combatientes republicanos del Ebro han cruzado a la margen izquierda. Taguëña ordena volar el puente de hierro de Flix, finalizando así la batalla del Ebro.

    Epílogo [editar]

    Aunque el éxito inicial pareció hacer entrever que el resultado de la guerra no estaba claro, el cambio en la situación internacional, con Gran Bretaña y Francia en actitud contemporizadora hacia Hitler y Mussolini, la firma de los Acuerdos de Múnich, abandonando a Checoslovaquia a su suerte, el 29-30 de septiembre es, sobre todo, el acontecimiento que aleja definitivamente el triunfo de la República.
    Diezmado el ejército republicano y con la frontera francesa cerrada desde el mes de junio, la derrota total se produciría en poco más de cuatro meses.

    Bibliografía especializada [editar]

    • Vidal, Cesar. La guerra que ganó Franco Ed. Planeta. Madrid, 2006. ISBN 8408067680
    • Martínez Reverte, Jorge. La batalla del Ebro. Ed. Crítica. Madrid, 2003. ISBN 8484324699
    • La batalla del Ebro, A. Besolí, D. Gesalí, X. Hernández, D. Iñiguez, J.C. Luque. RBA. 415 páginas. 2006. ISBN 8447348881